La Guerra Civil de 1829-1830, también
conocida como Revolución de 1829 o Revolución Conservadora, fue
el enfrentamiento que puso término a la denominada Organización de la
República de Chile.
El movimiento golpista de carácter oligárquico
y conservador estalló el 7 de noviembre de 1829, como
consecuencia de la elección por parte del Congreso de José
Joaquín Vicuña como vicepresidente, quien figuraba en cuarto lugar en las
elecciones presidenciales que le dieron el triunfo a Francisco Antonio
Pinto.
El golpe de Estado fue ejecutado por un
ejército que comandaban José Joaquín Prieto y Manuel Bulnes, un
ejército mercenario que se reclutó entre inquilinos de fundos más algunas
tropas que Manuel Bulnes trajo de La Frontera, donde combatían a los mapuches.
El financiamiento lo aportaron Diego Portales y otros mercaderes.
Así, al día siguiente de la proclamación se
produjo el acuerdo golpista que estalló en las provincias de Concepción-Maule,
las cuales desconocían la legalidad de la proclamación de Presidente y
vicepresidente realizada por el Congreso. Ante este estado de cosas, el Presidente Pinto presentó
la renuncia, para evitar con ello la continuación del golpe de estado, pero el
Congreso no se la aceptó sino hasta la segunda vez de presentada y le
entregó el mando a Francisco Ramón Vicuña.
El 9 de noviembre de 1829, Bulnes estaba
en la ciudad de Rancagua. Todo el territorio, desde el río Biobío al río
Maule, quedaba en poder de Prieto. Al reunirse ambos jefes en Rancagua,
tenían una fuerza no superior a mil hombres. Mientras tanto la pasividad del
ejército del gobierno movió a los mentores del presidente Vicuña a
solicitar a éste el concurso de Ramón Freire, quien rechazó la oferta por
ser contrario al Presidente. Ante la situación comprometida de Prieto, Diego
Portales preparó un levantamiento en Santiago. Para salvar la
situación, el Presidente Vicuña llamó a elecciones, las que terminaron con
una revuelta que lo obligó a refugiarse en Valparaíso.
En la tarde del día de la revuelta había dos
poderes: uno formado por una junta constituida por Ramón Freire, Juan
Agustín Alcalde y Francisco Ruiz-Tagle y otro por el Presidente Vicuña y
sus tres ministros, que se encontraban en Valparaíso, y quienes no
quisieron llegar a ningún acuerdo con los golpistas, a pesar de que ambos
ejércitos estaban de acuerdo en terminar la lucha.
En vista de ello, los ejércitos, uno al mando
de Prieto (por los golpistas) y el otro al mando del general Francisco
de la Lastra (por el gobierno), se encontraron en la chacra de Ochagavía,
en los suburbios al sur de Santiago, dispuestos a dirimir por las armas el
conflicto político.
Prieto estaba convencido, si no de su próxima
derrota, al menos de la imposibilidad de batir a De la Lastra, por lo que ambos
convinieron, tras la Acción de Ochagavía, un acuerdo (Pacto de Ochagavía),
según el cual ambos ejércitos se ponían a las órdenes de Ramón Freire,
quien se hacía cargo también del poder político, procediendo a la elección de
una Junta Provisional.
Este tratado, ya antes de ser firmado, estaba
llamado al fracaso, pues ambos bandos estaban dispuestos a seguir la guerra
civil a toda costa.
A la vez que en Ochagavía se firmaba este
acuerdo, la provincia de Coquimbo caía en poder de las tropas
golpistas y capturaban al Presidente Vicuña, quien había huido a esta
provincia después de la toma de Valparaíso.
Concepción era dominada también,
quedando prácticamente todo el país en manos de los golpistas. Se eligió una
Junta de Obediencia al Compromiso de Ochagavía, que fue compuesta por José
Tomás Ovalle, Isidoro Errázuriz y Pedro Trujillo. Esta junta no
poseía voluntad activa y estaba aplastada por dos ejércitos enemigos, ninguno
de los cuales era adicto.
El número de muertos y heridos fue enorme y
el coronel Tupper luego de haberse rendido fue "Hachado" a
sablazos por orden de Prieto, lo mismo que el oficial de marina Roberto
Bell. En la masacre de estos oficiales se ponía de relieve el resentimiento
alimentado por los generales golpistas contra los extranjeros que dirigían las
fuerzas combatientes, al culparles de ser los causantes de la guerra.
Prieto se había propuesto concluir la
guerra por el aniquilamiento del ejército de Freire, lo que logró
ampliamente. Se terminó el conflicto con la pacificación
de las provincias de Coquimbo, Concepción y Chiloé. De
éstas, fue la más difícil la primera, por la unión de de Pedro Uriarte y Viel,
que a pesar de sus 600 hombres no pudieron oponer resistencia al general
gobernista José Santiago Aldunate, con el cual llegaron a un acuerdo,
firmando el Tratado de Cuz-Cuz.
Históricamente, la Guerra Civil de
1829-1830 tuvo mucho influjo en el ámbito político y a pesar que enfrentó
a bandos opuestos, (o'higginistas, estanqueros y pelucones contra pipiolos).
Después de Lircay y de la represión brutal, los triunfadores
conservadores siguieron encontrando oposición. Hubo cerca de siete motines
militares y civiles entre 1830 y 1837. El último fue el que liquidó a Diego
Portales. Ante estos hechos, Chile entra en el período conocido como República
Conservadora o República Autoritaria. Con posterioridad el orden
portaliano encontró la oposición sólo civil sino militar, entre las que se
cuentan la de la Sociedad de la Igualdad, las guerras civiles de 1851 y
1859, entre otros acontecimientos.
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